martes, 22 de enero de 2013

infarto agudo al miocardio



INFARTO AGUDO AL MIOCARDIO
El infarto agudo al miocardio, frecuentemente abreviado como IAM IMA, conocido en el uso coloquial como ataque al corazón, ataque cardíaco o infarto, hace referencia a un riego sanguíneo insuficiente, con daño tisular, en una parte del corazón, producido por una obstrucción en una de las arterias coronarias, frecuentemente por ruptura de una placa de ateroma vulnerable. La isquemia o suministro deficiente de oxígeno que resulta de tal obstrucción produce la angina de pecho, que si se recanaliza precozmente no produce muerte del tejido cardíaco, mientras que si se mantiene esta anoxia se produce la lesión del miocardio y finalmente la necrosis; es decir, el infarto.
El IAM es en nuestros días una de las patologías más relevantes tanto en términos de mortalidad como de pérdida de calidad de vida; siendo la causa principal de muerte tanto en los hombres como mujeres.  
            El infarto de miocardio es la presentación más frecuente de la cardiopatía isquémica. La OMS estimó que en el año 2002, el 12,6% de las muertes a nivel mundial se debieron a una cardiopatía isquémica, que es la principal causa de muerte en países desarrollados y la tercera causa de muerte en países en vías de desarrollo, después del SIDA e infecciones respiratorias bajas.

            En países desarrollados como Estados Unidos y España, las muertes por cardiopatías son más numerosas que la mortalidad por cáncer. Las coronariopatías causan una de cada cinco muertes en los Estados Unidos y donde más de un millón de personas sufren un ataque coronario cada año, de las cuales un 40% morirá como consecuencia del infarto. De modo que un estadounidense morirá cada minuto de un evento coronario patológico.

            En India la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte. En este país un tercio de las muertes durante el año 2007 se debieron a una enfermedad cardiovascular, cifra que se espera aumentará de un millón en 1990 y 1,6 millones en 2000; a dos millones para el año 2010.

Hablando de Nicaragua e IAM representó un 23% de las defunciones en 1996 y representó un 26% en el 2004; esto logró ser una de las principal causa de mortalidad, con una tasa de 76.9/100 en 1996 y un 71.4/100 en el 2004 (68.1 en mujeres; 74.7 en hombres).
            El estilo de vida “rápida” con el que ahora convivimos es lo que ha predispuesto el rápido aumento de esta enfermedad. Los factores de riesgo en la aparición de un infarto de miocardio se fundamentan en los factores de riesgo de la arteriosclerosis, e incluyen, entre otros:
·                    Hipertensión arterial.
·                    Vejez.
·                    Sexo masculino.
·                    Menopausia.
·                    Tabaquismo.
·                    Hipercolesterolemia.
·                    Diabetes mellitus, con o sin resistencia a la insulina.
·                    Obesidad definido como un índice de masa corporal mayor de 30 kg/m², la circunferencia abdominal o por el índice cintura/cadera.
·                    Estrés.
·                    Antecedentes Familiares.
·                    Sedentarismo.
·                    Alcoholismo.
·                    Anticonceptivos Orales.
            De estos factores hay tanto modificables, como no modificables. Los factores de riesgo no modificables incluyen la edad, el sexo, los antecedentes familiares y otros factores de predisposición genéticos. Muchos de los factores de riesgo cardíacos son modificables, de modo que muchos ataques del corazón pueden ser prevenidos al mantener un estilo de vida más saludable. La actividad física, por ejemplo, se asocia con riesgos más bajos.
Las manifestaciones clínicas más frecuentes son:

·         Dolor torácico: el dolor coronario clásico se ha descrito como un dolor opresivo, precordial, intenso, continuo, de varios minutos de duración, propagado a cuello, mandíbula o miembros inferiores. Sin embargo en ocasiones puede presentarse dolor epigástrico no propagado o, en algunos pacientes como ancianos y diabéticos, ser asintomático.
·         Respiración: según el compromiso del infarto puede presentarse taquipnea, polipnea o respiración normal. En el caso de compromiso de la función de bomba del ventrículo izquierdo se puede presentar congestión venosa pulmonar, aumento de la presión capilar pulmonar y arterial pulmonar, lo que se traduce en edema pulmonar cardiogénico con severas repercusiones sobre la oxigenación del paciente.
·         Edema: cuando se compromete la función de bomba del ventrículo derecho, ya sea de forma primaria o secundario a compromiso del ventrículo izquierdo, se puede observar distensión venosa yugular, distensión abdominal, hepatomegalia, edema de miembros inferiores o lumbar.
·         Características de la piel: cuando se encuentra el paciente con hipoperfusión y activación del sistema simpático se encontrará la piel fría y pálida.
·         Otros signos y síntomas: mareo, síncope, diaforesis, náusea, sensación general de angustia, ansiedad o muerte inminente.

            De presentarse estos síntomas se debe acudir al doctor y de haberse presentado el IAM o estar en riesgo de padecerlo se deberá de cambiar el estilo de vida.

            La prevención adecuada permite disminuir el riesgo de IAM y si ya se ha sufrido este con las intervenciones adecuadas se puede mejorar la supervivencia y la calidad de vida, disminuir las recurrencias y evitar las complicaciones en el paciente con enfermedad coronaria.

            Así algunas intervenciones pueden ser:

·         Una dieta baja en grasas saturadas
·         Si existe hipertensión deben reducir la ingesta de sal lo máximo posible.
·         Disminución de sobrepeso en el caso de que exista.
·         Es recomendable la realización de actividad física de intensidad moderada, como mínimo durante 30 minutos, 4 días a la semana e idealmente de forma diaria. Dicha actividad se puede realizar durante el periodo laboral o en momentos de ocio.
·         Supresión absoluta de tabaco.
La ingesta de cantidades moderadas de alcohol tienen un efecto protector sobre la enfermedad coronaria. Es recomendable realizar intervenciones breves para reducir el consumo de alcohol en los casos de consumo excesiv